¿Por qué es tan beneficioso entrenar por la mañana? Descúbrelo
Cuando por fin nos decidimos a hacer ejercicio y a cambiar los hábitos de vida, nos asaltan una serie de cuestiones que ponen en tela de juicio nuestra voluntad antes de empezar. Si utilizamos la lógica, es probable que decidamos entrenar por la tarde o por la noche, sencillamente porque es el momento del día donde las obligaciones laborables llegan a su fin. Pero quizás no sea una idea del todo rentable en cuanto a resultados… ¿Qué tal si lo hacemos a la inversa? ¿Por qué no probamos de entrenar por la mañana?
Existen una serie de argumentos físicos y mentales a favor de programar nuestra actividad deportiva por la mañana. El argumento principal es que después de una intensa jornada de trabajo, cuando el cansancio ya es notable y lo único que deseamos es descansar, se hace bastante complicado hacer deporte. Y este puede ser uno de los motivos por los que abandonar antes de conseguir el objetivo.
Pero lamentablemente, esta teoría no sirve para todo el mundo. Hay personas que empiezan de madrugada a trabajar y les resultaría extremadamente complicado hacer ejercicio a primera hora del día. En estos casos, habrá que buscar otra franja horaria.
4 razones por las que entrenar por la mañana
Quemaremos más calorías durante el entrenamiento: según un estudio realizado por el British Journal of Nutrition, las personas que hacen deporte por la mañana queman un 25% más de grasa. Al realizar actividad física sin haber comido anteriormente el cuerpo se deshace de la grasa almacenada. En cambio, los que entrenan habiendo ingerido algún alimento previo a la sesión, solo eliminan las calorías que acaban de consumir. Pero tampoco nos tomemos este punto al pie de la letra cuando queremos perder peso, basta con que gastemos más calorías de las que consumimos.
Empezaremos el día más relajados: como bien hemos explicado en artículos anteriores, el deporte es la mejor medicina contra el estrés y la ansiedad. Al entrenar por la mañana, empezaremos el día generando endorfinas (la hormona de la felicidad) y con la sensación de relajación. De este modo, llegaremos a nuestros puestos de trabajo mucho más activos y motivados.
Controlaremos el apetito: llevar a cabo actividad física a primera hora del día es el mejor método para hacer del desayuno la comida más importante del día. Además, hacer ejercicio reduce la sensación de hambre, con lo cual, entrenar por la mañana se convierte en un aliado para las personas que buscan bajar de peso.
Dormiremos mucho mejor por las noches: uno de los beneficios que nos aporta hacer ejercicio de forma regular, es el de mejorar la calidad del sueño. Pero si entrenamos por la noche podemos conseguir el efecto contrario, ya que el cuerpo necesita un espacio de tiempo determinado para desactivarse y conciliar el sueño. Por lo tanto, un dato más a favor para entrenar por la mañana.
A modo de conclusión, es conveniente realizar actividad física por la mañana si el objetivo es adelgazar, pero lo verdaderamente importante es moverse.
¡Ánimo, fuerza y salud!