El convencimiento de ir por un objetivo. ¿Cómo lograr tus metas?

Todos nos hemos propuesto algún objetivo a lo largo de nuestra vida. Ya sea en el ámbito personal, profesional, deportivo, académico o físico. Puede que alguno de estos objetivos lo hayamos logrado, sin embargo, puede que nos sea más complicado alcanzar otros. Ya sea porque sean más difíciles de alcanzar o porque no les hemos dedicado el tiempo y esfuerzo necesarios para conseguirlos.

Cuando alcanzamos un objetivo que nos habíamos propuesto, nos sentimos bien con nosotros mismos, contentos, orgullosos por el esfuerzo y con más autoestima.

No lograr una meta personal nos provoca lo contrario, nos frustra, nos hace dudar de nosotros mismos y nos baja la autoestima.

Por esto es fundamental para nosotros lograr todo aquello que nos proponemos. No solo nos mejorará el estado de ánimo, sino que nos ayudará a crecer como persona y llevar un estilo de vida  sano.

Si os habéis preguntado en qué falláis a la hora de conseguir un objetivo o qué os diferencia de la gente que los logra, a continuación, encontraréis los mejores consejos para que los logréis todos:

Para que un objetivo sea alcanzable debe:

Ser específico: cuando definamos nuestro objetivo, debemos dejar claro y especificar exactamente qué es lo que queremos conseguir. Dejarlo claro desde el principio nos ayudará a alcanzarlo más fácilmente. Por ejemplo, si tenemos un objetivo deportivo puede ser perder 3 kilos, o aumentar 5 kilos nuestra masa muscular. Como por ejemplo con nuestros planes de entrenamiento, en unas semanas lograréis el objetivo que tengáis.

Se tiene que poder medir: es decir, a medida que vamos avanzando con nuestro objetivo debemos ser capaces de medir estos resultados. Esto nos ayudará a saber si vamos por el buen camino, si tenemos que corregir algún aspecto o si debemos esforzamos más. Si cogemos el ejemplo anterior de perder o ganar peso, es algo que podremos medir fácilmente con una báscula.

Debe ser alcanzable: si nos marcamos un objetivo que podemos alcanzar, estaremos más motivados para lograrlo. De lo contrario, si vemos que nunca lo podremos lograr, nos desanimaremos y lo dejaremos a mitad del camino. Lo mejor es empezar con pequeños retos, fáciles de alcanzar y a medida que los vayamos logrando, podemos ir subiendo el grado de dificultad de los retos. Pero con precaución de no fijarnos una meta imposible.

 

El-convencimiento-de-ir-por-un-objetivo

 

Ser realista: nuestro objetivo debe ser realista y lógico. Por ejemplo, si queremos perder 3 kilos, debemos fijarnos una fecha realista, no lo vamos a lograr en dos días. Podemos elegir perder 3 kilos en un mes, un objetivo más realista y más probable que logremos.

Tener una fecha: a nuestro plan solo le falta una fecha límite. Ponerse un objetivo y estar motivado no sirve de nada si no ponemos una fecha límite para conseguirlo, esto nos retrasará o hará que no empecemos nunca. Si nos fijamos un día específico es más probable que lo logremos. Por ejemplo, empezar a hacer deporte en casa con nuestra app de gimnasio la semana que viene.

 

Nuestra actitud, para lograr un objetivo deber ser:

Positiva y optimista: es algo fundamental para lograr cualquier meta. Nos mantendrá motivados y nos animará a seguir día tras día. Para no perder esta actitud, podemos darnos pequeñas recompensas tras alcanzar una meta.

Con persistencia: puede que tú mismo o alguien te dé motivos para abandonar. Pero es algo que no debemos hacer. Debemos persistir hasta conseguir aquello que nos propusimos. Si alguien nos hace dudar, quizá debamos poner distancia con esa persona para que no nos distraiga de nuestro objetivo. Además, ¿tú quieres tener cerca una persona tóxica que no te anima a alcanzar tus objetivos? Si en algún momento nos dan ganas de abandonar, podemos hacer una lista con las razones por las que nos fijamos este objetivo y leerlas. Esto nos dará fuerza para continuar.

Debemos ser resilientes: seguro que mientras estamos intentando alcanzar nuestro objetivo nos pasa algo negativo, un contratiempo o adversidad. La resiliencia es la capacidad usar una experiencia negativa para sobreponerse, crecer, aprender y salir con más fuerza. Esta cualidad nos será muy útil para lograr los objetivos y no abandonarlos.

Ser flexible: adaptarse a cada situación sin que nos suponga una carga emocional nos facilitará mucho el camino. También debemos aprender que las cosas no siempre saldrán bien a la primera, que pueden surgir cosas inesperadas y debemos adaptarnos a ellas. Adaptarse a cada circunstancia nos permitirá recorrer el viaje de forma más ligera y sin cargas de conciencia.

No debemos tener miedo a pedir ayuda: pedir ayuda no significa ser débil o fracasar. Pedir ayuda en un momento de dificultad puede suponer que logremos nuestro objetivo. No pedirla a tiempo, puede suponer el fracaso, así que más vale pedir ayuda que no hacerlo. Seguro que alguien nos ayuda encantado y no por haber tenido ayuda tendrá menos mérito haber logrado el objetivo.

10º Aniversario Ictiva - Oferta 50% de descuento

0.00 avg. rating (0% score) - 0 votes