¿Qué comer fuera de casa cuando estamos a dieta?

A veces, comer fuera de casa puede suponernos un auténtico suplicio si estamos a dieta. ¿Cocinarán con poco aceite? ¿Tendrán ensaladas? ¿Podrán quitarme la salsa? Estas son las típicas preguntas que nos hacemos antes de escoger un restaurante u otro. Pero hay una cosa clara, la dieta no puede privarnos de nuestra vida social, así que tenemos que ser capaces de adaptarnos. Sigue leyendo y descubre qué comer fuera de casa cuando estamos a dieta.

Para bajar de peso la operación es sencilla, hay que ingerir menos calorías de las que nuestro cuerpo es capaz de consumir a lo largo del día. Solo así conseguiremos ir perdiendo los kilos que nos sobran. La comida ideal en las dietas de adelgazamiento son aquellas bajas en grasas, azúcares y carbohidratos, pero a la vez ricas en fibra y proteínas. Cuando salgamos a comer fuera de casa, tenemos que tener este aspecto muy en cuenta.

Lógicamente, están prohibidos los restaurantes de comida rápida. Ni las ensaladas se libran de una cantidad enorme de calorías. Por no hablar de los azúcares que contienen las bebidas y las hamburguesas. Entonces, ¿Qué tipo de restaurante escogemos? Tenemos que optar por sitios que cocinen productos lo más frescos posibles, como por ejemplo un restaurante de cocina mediterránea o vegetariana. Las opciones son infinitas.

¿Qué restaurantes tenemos que evitar? Además de los fast food, es preciso evitar pizzerías y restaurantes chinos o indios. En definitiva, todos aquellos con alimentos hipercalóricos aderezados con majestuosas salsas y guarniciones.

Una vez escogido correctamente el bar o restaurante, llega el momento de elegir bien los platos que vamos a llevarnos a la boca.

4 consejos para comer fuera de casa cuando estamos a dieta

Verdura y hortalizas de primer plato son una buena opción: la gran mayoría de restaurantes y bares tienen verduras al horno, ensaladas, cremas y sopas. Todos estos platos, además de ser sabrosísimos, contienen una alta cantidad de fibra. El único inconveniente es que pueden estár compuestos por alguna salsa demasiado grasosa o incluyen algún otro alimento que no nos favorece. Siempre que sea posible, preguntaremos al camarero si nos lo puede retirar. Si queremos aliñar nuestro plato, utilizaremos un poco de aceite de oliva.

Cuidado con la guarnición del segundo plato: el segundo plato suele ser un poco traicionero. El principal peligro está en la guarnición, sobre todo en las patatas fritas y las salsas. Podemos pedir que nos las cambien por verduras o ensalada, según lo que hayamos escogido de primero. En cuanto al alimento principal, carne blanca o pescado es lo más recomendable.

Agua, agua y solo agua: cualquier bebida con gas o azúcares está totalmente prohibida. También las bebidas alcohólicas, sobre todo la cerveza. Si es una ocasión especial, podemos hacer una excepción y bebernos una copa de vino o cava, pero solo una.

El postre es todo un peligro: sin duda, es el plato que más amenaza nuestra dieta. Si no queremos caer en la tentación, es mejor pasar directamente a los cafés. Pero si nos hemos quedado con un poco de hambre, podemos escoger una pieza de fruta o un yogur, nunca helados, tartas, cremas o pasteles.

Ahora que ya sabes qué comer fuera de casa cuando estamos a dieta, no tienes excusa para saltártela.

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