El descanso es fundamental para aumentar la masa muscular
El descanso entre entrenamientos es vital en un deportista
El descanso es uno de los factores que menos se tiene en cuenta a la hora de incrementar el volumen muscular. Pero sin duda, es uno de los puntos principales que hacen posible el crecimiento de los músculos, unido a la rutina de entrenamiento y la dieta.
Durante el periodo de entrenamiento, el sistema muscular se deteriora, es en la fase de descanso cuando evoluciona. Eso sí, hay que saber exactamente en qué momentos descansar y durante cuánto tiempo, para no conseguir el efecto contrario.
Fases de descanso para deportistas
A continuación, os enseñamos cual es el momento indicado para descansar entre entrenamientos y a lo largo del día:
Descanso entre entrenamientos: Es perjudicial para el organismo entrenar día tras día sin descanso, pero también lo es descansar en exceso.
Entonces… ¿Cuántos días deberíamos entrenar a la semana? Lo ideal es entrenar 3 o 4 días semanales dejando un día de descanso entre medio, siempre que sea posible. O al menos, intentar no entrenar más de dos días seguidos.
A no ser que seamos culturistas o deportistas de élite, que entonces ya llevaríamos una suplementación para recuperar a marchas forzadas, el cuerpo no se recuperará por si solo si se entrena diariamente.
Descanso a lo largo del día: dormir bien es clave para recuperar el sistema muscular, pero también lo es para recargar las pilas a nivel mental. Digamos que lo aconsejable es descansar 8 horas diarias por la noche, o al menos no bajar de las 6 horas. Por la noche es cuando el cuerpo más se desarrolla, la fase de reposo es imprescindible para alcanzar un cuerpo de escándalo.
Mientras dormimos, se segrega la hormona de crecimiento, su función es sintetizar las proteínas, principal macronutriente en la regeneración de tejidos musculares.
El estrés del día a día no nos deja descansar por la noche correctamente en muchas ocasiones. Cuando suceda, prueba de aplicar estos tres conceptos:
– Cenar 2 o 3 horas antes de ir a dormir: irnos a la cama con el estómago lleno no es una buena idea. El organismo ralentiza la digestión cuando descanso, además la posición tampoco sería muy adecuada para digerir bien los alimentos. Así que intenta cenar unas horas antes de irte a dormir.
– Dormir siempre en la misma cama: este aspecto lo notamos principalmente cuando dormimos en una cama que no es la nuestra. Todos los factores que nos alejen ligeramente de la rutina, imposibilitarán conciliar el sueño como de costumbre. Por este motivo, siempre que podamos deberíamos dormir en nuestra cama.
– Evitar distracciones o perturbaciones: todo lo que sea mirar la televisión hasta altas horas de la madrugada, toquetear el móvil constantemente o los ruidos de la calle, dificultarán que durmamos las 8 horas. Contra menos distracciones a la hora de ir a dormir, mucho mejor.