La postura del camello
La postura del camello, llamada Ustrasana en sánscrito, es una de las posturas de yoga de nivel intermedio de hatha yoga. Sin embargo es una postura que nos puede costar un poco si no la hemos realizado nunca. Aun así, os aseguramos que una vez lo hayáis hecho, sus beneficios van a mejorar por completo vuestro cuerpo. ¡Os vais a sentir como nuevos!
¿Cómo hacer la postura del camello?
Para entrar en la postura del camello debéis colocaros de rodillas a la altura del ancho de las caderas, de manera que los muslos queden perpendiculares al suelo y girados hacia dentro. Para poder girar los muslos hacia dentro tenéis que ejercer presión. Los glúteos deben estar apretados, pero sin que se pongan muy duros. La presión que ejerzáis con los muslos y los glúteos os va a permitir entrar de manera correcta y sencilla en la postura.
A continuación, colocad las manos en la base de la espalda con los dedos hacia abajo para alargar y proteger la espalda. Trata de mantener la pelvis recta y estable. Los muslos deben empujar hacia atrás. Levantad el esternón hacia el techo para permitir que todas las vértebras se estiren. Ahora, poco a poco, flexiona el tronco hacia atrás, juntando los omóplatos y manteniendo en todo momento los muslos perpendiculares al suelo. Colocad, una a una, las manos sobre los talones de manera que llevéis todo el peso del cuerpo hacia las manos.
En cuanto al cuello, éste debe ir hacia atrás, a la vez que los hombros. Tened cuidado de no lesionarlo, evitad movimientos bruscos. No olvidéis mantener el abdomen firme para proteger la zona lumbar. Si no podéis llegar a los pies sin comprimir la espalda, podéis elevar los talones o colocar un bloque en la parte exterior de los talones para poder apoyar las manos. Mantened la postura del camello unos 30 segundos aproximadamente.
La postura del camello fortalece y flexibiliza los músculos de la espalda, los tobillos, los muslos, las ingles y la cadera. Revitaliza la parte frontal del cuerpo, incluyendo el abdomen y el pecho. Es perfecta para masajear los órganos abdominales y, en definitiva, mejorar la postura. Sin embargo, debéis evitar la postura del camello si tenéis la presión arterial elevada, si padecéis migraña, dolor de cabeza o una lesión grave de espalda o cuello.