Asana yoga: la postura del gato
La postura del gato es uno de los ejercicios más conocidos del mundo del yoga. Básicamente es una postura de descanso entre asana y asana, ideal tanto para principiantes como expertos. Gracias a este tipo de movimientos te permite ganar experiencia y flexibilidad para posturas más complejas.
Posturas de yoga ¿Cómo hacer la postura del gato?
La postura del gato es una postura muy sencilla. Para entrar debes colocarte en posición de mesa, es decir, con las manos y las rodillas como las cuatro patas de una mesa.
– Las muñecas, los hombros y los codos deben estar en línea perpendicular al suelo. Dirige la mirada al suelo y pon la cabeza en posición central. Inspira y espira suavemente.
– Exhala y dirige la columna vertebral hacia el techo, de manera que quede curvada. Los hombros y las rodillas deben quedar en la misma posición que habían adoptado anteriormente.
– Ahora deja que la cabeza se relaje y caiga ligeramente hacia el suelo, sin forzar. La barbilla no tiene que tocar el pecho, pero debes notar que las cervicales se relajan.
– Mientras inhales y exhales profundamente, ve regresando a la postura inicial. No dejes de inhalar y exhalar y de ser consciente de la respiración.
Vas cambiando la postura, desde el gato hasta la mesa. Puedes hacerlo de manera sucesiva para que sientas plenamente la relajación de la columna vertebral.
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