Posturas de yoga para el dolor de espalda

Aliviar el dolor de espalda. Eso es lo que muchos quieren. Para conseguirlo, algunas posturas de yoga para el dolor de espalda nos ayudarán a calmar esas molestias. El dolor de espalda es una dolencia muy común como consecuencia del modo de vida que llevamos: muchas horas sentados, muchas horas de pie, malas posturas, mal descanso…

Gracias a algunas de las asanas de hatha yoga podemos aliviar el dolor de espalda y evitar que vuelva a aparecer. A continuación proponemos la manera de evitar las dolencias con 5 posturas de yoga para el dolor de espalda y que os permitirán fortalecer la columna vertebral.

1. Postura de la cobra: tumbado boca abajo, exhala un par de veces de forma relajante y después estira todo el cuerpo. Presiona la pelvis contra el suelo, entrando el coxis. Inhala y sube el pecho sin hacer presión con las palmas de las manos. Mantén esta postura durante algunas respiraciones. Seguidamente, moviliza la espalda, presionando contra el suelo las palmas de las manos. Continúa curvando la columna para elevarla. No olvides que debes hacer presión con la pelvis contra el suelo pero sin levantar ni los pies ni las piernas. Ahora con los hombros totalmente relajados y la espalda en movimiento, estira los brazos y la parte posterior del cuello, bajándolo ligeramente, como si quisieras meter la barbilla en la garganta.
2. Postura del niño: debes sentarte sobre las rodillas, que deben estar separadas y la parte interna de los dos pies debe tocarse. Las piernas tienen que formar una V. Siéntate encima de las rodillas. Seguidamente, estira los brazos por encima de la cabeza, flexiona el tronco hacia delante y presiona el suelo con las manos para evitar que los glúteos se despeguen de los talones. Estira el cuerpo, desde las caderas hasta las axilas y desde éstas hasta la punta de los dedos. Relaja los hombros y la parte posterior del cuello.
3. Torsión espina dorsal: estírate en la colchoneta mirando hacia arriba. Abre los brazos y colócalos de forma perpendicular al tronco. A continuación, flexiona la pierna derecha y llévala al lado opuesto. Debes mantener el tronco recto. Lleva la cabeza al lado contrario de la pierna flexionada y nota como estiras todo el cuerpo. Haz lo mismo con la otra pierna y repite la postura si lo deseas.
4. Rodillas al pecho: túmbate boca arriba y relájate. Apoya todo el peso de la espalda en el suelo. Ahora, flexiona las dos piernas y llévalas al pecho. Presiona contra éste y asegúrate de que la espalda está totalmente acostada sobre el suelo. Esta postura enseña una correcta posición de la espalda y calma el dolor.
5. El arco: acuéstate boca abajo, con los brazos a ambos lados del cuerpo, las palmas de las manos hacia arriba, los pies y las rodillas juntas. Flexiona las piernas, doblando las rodillas y tómate de los tobillos con las manos. A medida que elevas las piernas hacia arriba y afuera, al tiempo que despegas la frente y el pecho del piso, al igual que los muslos, arqueando lentamente la columna. Lleva la cabeza hacia atrás y dirige la mirada hacia arriba.

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